martes, 21 de abril de 2009

Chau, Maru Lasaigues... Yo estuve ahí!


El apellido Lasaigues es sinónimo de padel, y con Alejandro retirado desde hace años, Mariano, Maru para todos, mantuvo la bandera familiar en alto con un estilo de alto vuelo y gran calidad que asombró desde los años noventa.

Hasta hace poco había que irse a España para verlo competir en el Padel Pro Tour y con el anuncio oficial de su abandono de la competencia al finalizar el Circuito 2008, quedó el privilegio de poderlo ver jugando un torneo APP en Argentina nuevamente. Pero Maru dice chau y Padelcenter.com y Nito Brea creyeron que el mejor modo de homenajearlo es con el aplauso más fuerte posible en el partido que tendrá como protagonistas este sábado 25 a las 20 horas al mismo Maru, a Seba Nerone, a Gaby Reca y a Fede Quiles.

Cuatro monstruosidades de este deporte brindándose en una cancha para que Mariano Lasaigues, el negro, el del pañuelo, el de la derecha exquisita, pueda sentir lo que quienes estemos estemos allí querramos dejarle como despedida.

La cita será en El Monasterio, Curapaligüe 760 de la Ciudad de Buenos Aires. Las entradas costarán 20 pesos por persona y estarán a la venta en breve en los locales de Padelcenter.com, Echeverría 2576 del barrio de Belgrano. 4780-2684. Reservá la tuya.

Yo estuve ahí. En esa época se llamaba El Balcón del Mono, por una jaula con monos que tenía en el primer piso, rodeada de mesas y sillas. Si uno entraba por el pasillo, la cancha que está a la izquierda era descubierta, y a la derecha, donde hubo gimnasio, local y demás, en ese momento era salón donde teníamos las clases del curso para profesor de Cecilia Baccigalupo. Uno de los días, en la cancha descubierta, Cecilia se pone a jugar un partido. Distrayéndonos un poco del curso, nos ponemos a mirar "¿quiénes son los que están jugando con Ceso?". "Fulanito y menganito" "¿Y el que juega bien?" "Es el hermano de Alejandro Lasaigues" "La mueve" "Sí, pero no se dedica, parece que este año va a meterse en el circuito profesional."

El estadio de "La Colonia" es muy grande. Tanto que la cancha la ponen transversal, y anulan la mitad de las tribunas, poniendo un sector de sillones y mesas en la parte del piso que queda libre. Los chicos de las escuelas de El Paseo y El Deportivo de Maipú, a unos treinta kilómetros del estadio, pululaban por todos lados, pidiendo autógrafos a todos los jugadores, entrando a la cancha a jugar (mientras los dejaban), o preguntando por los jugadores que todavía no habían llegado. El viernes yo estaba sentado en la tribuna anulada trabajando con la notebook, habían empezado las rondas preliminares pero todavía no había público; las figuras no habían llegado. Se me acercan los chicos y me preguntan "¿Vos lo viste jugar a Lasaigues?" "¿A cuál, a Alejandro o a Maru?" respondo yo, dejando caer la cédula "¿Qué, hay más de uno"?

Entre esos dos momentos pasaron muchos años, más de quince, sin entrar a sacar cuentas muy finas para no asustarnos. "El Hermano menor de Ale", "El menor de los Lasaigues", "Maru" o "el Negro", pasó rápidamente de ser una figura prometedora a una joven estrella del circuito, cuando con apenas veintiún años, junto a un también muy joven Bebe, escalaban hasta el segundo puesto del ránking argentino (cuando el ránking argentino era el equivalente al ránking mundial), atrás de la leyenda de Roby y el Marciano. Tuvo durante muchos años el estigma de ser el hermano de Ale, cosa que cambió últimamente, como lo muestra claramente la clase de actualidad que me dieron los chicos.

Todos los deportes tienen sus estrellas, sus figuras del pasado. Y también tienen sus "Fundadores", una categoría que se pierde en el pasado. Y estrellas pueden surgir en todo momento, pero Fundadores, no. Son muy pocas las personas que hoy pueden decir que vieron jugar a los Fundadores del fútbol o del tenis. Sin embargo, nuestro deporte, al ser tan joven, no solamente nos da la posibilidad de decir a varios seguidores que vimos jugar a los Fundadores, sino de tener a algunos de ellos todavía en actividad, cosa que, por una cuestión de tiempo, en pocos años va a terminar acabándose. En este momento los Fundadores que tenemos en el pádel son muy fáciles de distinguir. No cabe ningún tipo de discusión, de la época dorada, y que sean estrellas, quedan solamente tres jugadores en actividad. Desde el retiro de El Marciano, Roby, el Bebe y Maru se resisten al paso del tiempo y siguen desparramando por el mundo el glamour que traen de una época en la que el pádel era generador de estrellas. Título, muchos, muchísimos. Pero el rango de estrella no se gana solamente con títulos, también hay que tener algo más que títulos, algo más que buen juego para entrar en el Olimpo.

¿Qué vamos a extrañar de Maru? ¿Su bandeja al alambre? ¿su anticipación de jugada? ¿cuando dejaba pasar con elegancia la pelota entre las piernas para impactarla de derecha después del rebote en la pared de fondo? Claro, todo eso lo vamos a extrañar, pero eso no es todo. También vamos a extrañar el glamour de los dorados ´90 que todavía teníamos con él, vamos a extrañar algo más que buen juego, vamos a extrañar algo que quizá supera al mismo Maru, que es haber estado en el momento justo para ser un Fundador. Esperemos que el retiro de Maru no sea tan definitivo, y podamos tener algunas gotas maruanas en las canchas argentinas.

Mendocinos, marplatenses, ustedes tienen la suerte, gracias a los torneos/exhibiciones de Meier y Mazuchi, de poder ver jugar todos los años a los mejores del mundo. Este verano 2008/2009, además de ver jugar a los mejores, pudieron presenciar un hecho histórico, asistieron a los últimos paletazos de uno de los pocos Fundadores que quedan en nuestro deporte. Y porteños (o todos los que se quieran arrimar), este fin de semana, en El Monasterio, van a poder también estar en un partido que puede ser historia. Si a sus hijos les gusta el pádel, en un tiempo van a poder decirles "yo vi el último partido de Maru, uno de los Fundadores".

FUENTE: Padelcenter.com
POR: Guillermo Russell


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